Muchas veces damos por sabidas cosas como la siguiente:
Si en un pulverizador (reusado para seguir con nuestra tónica de ahorro y ecologismo, enjuagado con agua para que los restos del anterior producto no reaccionen con nuestra mezcla) mezclas: una décima parte de amoniaco y el resto agua, tendrás junto con papel de periódico que previamente habrás pulverizado con esta mezcla un eficaz método para dejar tus cristales limpios, brillantes y sin velos. También vale para espejos y acero inoxidable (fregaderos).
Ya lo descubriréis, pero los limpiacristales tradicionales no son muy de mi gusto porque dejan un velo.
Materiales:
Si en un pulverizador (reusado para seguir con nuestra tónica de ahorro y ecologismo, enjuagado con agua para que los restos del anterior producto no reaccionen con nuestra mezcla) mezclas: una décima parte de amoniaco y el resto agua, tendrás junto con papel de periódico que previamente habrás pulverizado con esta mezcla un eficaz método para dejar tus cristales limpios, brillantes y sin velos. También vale para espejos y acero inoxidable (fregaderos).
Ya lo descubriréis, pero los limpiacristales tradicionales no son muy de mi gusto porque dejan un velo.
Materiales:
- Pulverizador vacío y limpio, comprado o reusado (si lo compráis haréis una tontería porque sale tan caro como comprar cualquier producto en pulverizador).
- Amoniaco (no usar amoniaco con detergente porque deja velo).
- Agua del grifo.
- Periódicos atrasados o folletos publicitarios de idéntico tipo de papel.
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