Translate

4 de agosto de 2015

Ahorrar electricidad, todos contra el fuego

Insisto en esta nueva entrada en lo de que no por sabido se dice suficientemente, así que allá voy con nuevos consejos que a mí me funcionan. Por supuesto no recomendaré nunca nada que no haya pasado antes por mis manos, en suma, por mi experiencia.
La electricidad se ha puesto a unos precios que más nos valdría volver a las cocinas de antaño donde ibas quemando la carrasca que se recogía de los montes (eso evitaría muchos incendios o que los que hubiera fueran tan devastadores). O directamente a la chimenea y los trébedes, para cocinar y calentar la casa a un tiempo. Llevo dándole vueltas a la historia de si no me saldría más barato gastarme la parte proporcional del recibo de la luz en velas y volver a los candelabros ya que me va tanto la decoración retro. O al candil ya que va con aceite vegetal, por lo tanto renovable.
Lo cierto de estos métodos es que jugar con fuego, como todos sabemos, es peligroso. Jocosidad e ironías aparte estos últimos inviernos han sido terribles por la cantidad de familias que usando rudimentarios braseros de picón han muerto o sufrido intoxicaciones. Por ello a todos los que uséis métodos de combustión, de quema de cualquier combustible, bien sean estufas de leña, las propias chimeneas, los braseros de picón, os pido que nunca olvidéis apagar bien las brasas antes de dormir, que las estufas de leña no son muy diferentes de una chimenea y necesitan una salida de humos bien despejada. Que los que vayáis a sitios con chimenea como casas rurales, antes de encender fuego comprobad que la chimenea está deshollinada, o sea limpia. Y que hoy día no se puede echar al fuego alegremente cualquier material porque la mayor parte de la gente no muere quemada sino asfixiada por el humo de la combustión asi que no arrojéis líquidos, plásticos, espumas de sofá, etc. Y hablando de sofás y colchones viene a mi memoria algún caso en el que una colilla, o el ascua de la misma produjo varias víctimas al ir quemando un sofá por dentro, se podría decir que este tipo de incendio es el más peligroso porque no avisa, no da signos externos, pero el gas producto de quema de los materiales de sofás y colchones pueden producir muertes por intoxicación. Y esto me lleva a las calderas o calentadores a gas, tened por seguro, aunque no lo comprendáis, que las cocinas donde se encuentren han de tener dos vías de ventilación, una superior y otra inferior. Por muy reacios que seáis a abrir agujeros en vuestro flamante piso, esto os puede salvar la vida.
Y ahora al ahorro:
1) Cuando encendáis el horno para cocinar un plato sed previsores y aprovechad la energía de encendido para cocinar más de un plato, así ahorraréis la energía del precalentado: por ejemplo, un fin de semana que os apetezca pollo asado aprovechadla para cocinar musaca o lasaña, que son platos de horno que están más deliciosos de un día para otro y adquieren así la consistencia que tanto nos gusta, no pasa como recién hecha que se te desmorona, así al día siguiente sólo tendréis que calentar. También aprovechad para un bizcocho, el bizcocho primero, claro, así no absorberá los olores del plato anterior.
2) Con el asunto del planchado de la ropa sucede igual, el precalentado hasta que alcanza la temperatura idónea os lo podéis ahorrar si en vez de una camisa juntáis algunas prendas más.
Con esto creo que podréis ahorrar, pero aún puedes hacerlo más si no planchas y no cocinas en el horno, jeje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario